¿Es aceptable la crueldad animal? ¿Se puede tolerar bajo algún concepto? Absolutamente no. La tortura, el maltrato y cualquier daño irracional infligido a los animales deben ser condenados. Teniendo esta premisa clara, podemos profundizar en el tema que nos preocupa.
 
Hace pocos meses se hizo viral el video de “Salvemos a Ralph”, un conejo pequeño, de aspecto bondadoso que nos cuenta su historia como un animal de experimentación y el daño ocasionado por las pruebas realizadas a su cuerpo. Este cortometraje se hizo viral en un par de horas, es una producción elaborada con una historia que grita empatía y reflexión del público, pues explica detalladamente el maltrato animal en la industria, para efecto de crear un rechazo a los productos con experimentación animal. 
 
En las últimas décadas se han creado una infinidad de sociedades a favor de la no experimentación en los animales para cualquier tipo de producto, pues manifiestan la necesidad de abandonar la idea de la superioridad del ser humano sobre cualquier otra especie. Pues si se ha estado luchando contra el racismo y el sexismo, debemos dar un paso adelante para dejar atrás el especismo, este es su discurso progresista, los humanos y animales, ambos dotados de la misma dignidad, y por ende, los mismos derechos.
 
Ahora bien, cuando hablamos de temas de supervivencia como la alimentación y la medicina ¿También debe ser libre de crueldad?. Esta forma de entender la vida es peligrosa. Desde que se examina que la defensa a la vida de un conejo es igual a la vida de una persona, perdemos la esencia fundamental de nuestra sociedad. 
 
Esto incluye el tema de la experimentación animal para medicamentos, que ha jugado un papel fundamental en todos los principales descubrimientos médicos, más aún, la FDA, como reguladores y distintas legislaciones exigen que los medicamentos se prueben entre 4,000 a 5,000 animales- solo para las pruebas reglamentarias estándar-, no obstante, el número de animales para el proceso completo de desarrollo es mucho mayor. Esto es una exigencia. 
 
“Ningun animal deberia sufir en el nombre de la belleza”, eso es acertado, pues hay muchas alternativas en la producción de cosméticos sin crueldad animal, no obstante, el error de Save Ralph, no es condenar la experimentación en la belleza, sino, que abre la condena a cualquier tipo de experimentación. Pues es erróneo abocar por la no crueldad animal sin conocer el desarrollo de las ciencias médicas. Más aún, cuando estas empresas pro en defensa a los animales como Human Society International obtienen ganancias por la presión de los consumidores a las empresas y pequeñas empresas en adquirir sus sellos “libres de crueldad”, expedidos por la HSI, pues después de todo, estas empresas no subsisten del altruismo.  
 
No hay forma de ponderar que la vida de un animal valga más de miles de seres humanos con padecimientos degenerativos. Concuerdo que la crueldad animal no es aceptable, pero cuando esta experimentacion se ejerce bajo parámetros razonables y a beneficio de la raza humana, es moralmente licita.